San Juan 2024

Perros y fuegos artificiales: ¿Cómo ayudar a mi mejor amigo?

Este domingo las mascotas de Badajoz tendrán una noche difícil. La veterinaria Gloria Marabé explica de qué manera puede afectar la pirotecnia a los animales y cómo podemos calmarlos

Una perra descansando en su cama

Una perra descansando en su cama / S. GARCIA

Irene Rangel

Irene Rangel

La noche del 23 de junio, la más corta del año, es también una de las mágicas de la ciudad. El gran espectáculo pirotécnico que se lanza desde el Puente de Palmas congrega a miles de pacenses, que se echan a la calle para poder disfrutarlos.

Otros tantos son los vecinos que deciden quedarse en casa para acompañar a sus mascotas en lo que es una jornada complicada para los animales.

Por norma general, las mascotas presentan fobia a los fuegos artificiales. La veterinaria Gloria Marabé, de Clínica Marabé, explica que la fobia se diferencia del miedo. A pesar de que ambas son respuestas involuntarias, la fobia es desproporcionada en las mascotas en duración o en intensidad. «Los ruidos fuertes son el estímulo que más frecuentemente desencadenan una fobia», explica.

¿Por qué los perros suelen tener fobia a los ruidos?

Según Marabé, esto ocurre cuando no han tenido contacto o ha sido muy escaso con este estímulo entre sus tres primeras semanas y sus tres primeros meses de vida. También influye si ha tenido una experiencia negativa previamente, «por ejemplo, si paseando por el parque se ha asustado con algún petardo que ha sonado cerca. Será más adverso cuanto más intenso, intermitente e imprevisible sea el ruido».

Las fobias en las mascotas también tienen un componente hereditario. Por último, la veterinaria señala que los animales con niveles de estrés elevados en sus primeras etapas de desarrollo «serán más susceptibles a padecer problemas de comportamiento, entre ellos, las fobias».

Fuegos artificiales de Badajoz.

Fuegos artificiales de Badajoz. / ANDRÉS RODRÍGUEZ

¿Cómo puedo saber si mi perro tiene fobia a los ruidos?

Los síntomas que presentan las mascotas son variados. Entre los más visibles, apunta Marabé, están:

  • La paralización
  • Los intentos de escape
  • Comportamientos agresivos y necesidad de esconderse
  • Lamido de belfos
  • Temblores
  • Jadeos
  • Micción o defecación
  • Vocalizaciones (ladridos, gruñidos, gemidos, aullidos o suspiros)
  • Dilatación de pupilas.

¿Qué hacer para reducir el impacto?

«Hay dos objetivos: evitar que el perro sufra y evitar que el perro empeore», señala la experta.

Para evitar que el perro sufra es necesario crear una zona de seguridad. «Puede ser desde una habitación hasta un transportín, lo importante es que esté previamente habituado». Su cama y sus juguetes son elementos a tener en cuenta, y es preferible que la zona esté oscura. «Nunca será una zona donde se le castigue, y debe poder salir y entrar libremente». También se puede encender la radio o la televisión para amortiguar el ruido de los fuegos artificiales, cerrar ventanas y puertas.

Otra medida a tener en cuenta es el ejercicio. «Más tiempo total de ejercicio diario se ha asociado a perros menos miedosos», afirma Marabé.

Si nada de esto funciona, lo ideal es consultar al veterinario para poder valorar si el animal necesita tratamiento médico.

Por otra parte, evitar el aumento de la fobia es posible. Para ello es necesario no castigar al perro porque «aumenta más el estrés y podría causar una respuesta defensiva», darle seguridad y no exponer al animal de manera forzada al ruido a una intensidad muy elevada puesto que «en la mayoría de los casos, empeorará».

¿Esta fobia se puede 'curar'?

Se puede, al menos, intentarlo. Gloria Marabé señala que la forma correcta de trabajar estas fobias consiste en habitual al perro al estímulo negativo -en este caso, los fuegos artificiales-. Para ello, se puede usar una grabación de los sonidos para que el animal se acostumbre así como asociarlo a algo positivo, como un juego o un alimento que le guste.