EN CATALUÑA

Vídeo: el influencer y cantante que concertaba parejas de hecho falsas

La Policía calcula que Redouane Tounzi, un artista de música tradicional marroquí, cobró más de un millón de euros por uniones fraudulentas entre inmigrantes y españoles jóvenes

Los investigadores creen que el hombre, que actuaba en karaokes y salas de Gerona y llegó a grabar un videoclip en Barcelona, aprovechó su popularidad para captar a sus compatriotas

Redouane Tounzi, el cantante que concertaba parejas de hecho falsas en Cataluña

PI STUDIO

Vanesa Lozano

Vanesa Lozano

Por las noches cogía el micrófono en karaokes y salas de fiestas de Gerona y deleitaba a la comunidad marroquí con canciones tradicionales de su país. De día, dirigía la organización que, según la policía, llevaba más de dos años trampeando parejas de hecho entre inmigrantes irregulares, a los que cobraban 12.000 euros, y españoles que se prestaban a empadronarse y unirse a ellos a cambio de 8.000 euros.

Los investigadores creen que Redouane Tounzi, 'Cheb Redouane' en Youtube, no hacía bolos musicales como tapadera, para ocultar su modus vivendi real, sino que aprovechaba que sus actuaciones habían adquirido cierta popularidad entre la comunidad marroquí asentada en Cataluña para "captar" a más clientes para su red.

El Bertín Osborne marroquí

"Había hecho contactos en una comunidad que es muy numerosa sobre todo en la provincia de Gerona, donde tenía cierto predicamento y todo el mundo lo conocía. Su 'negocio' funcionaba por el boca a boca, se había corrido la voz entre inmigrantes irregulares y entre españoles en apuros económicos dispuestos a formar parte del fraude", apuntan fuentes al corriente de la investigación a este canal de investigación y sucesos.

El líder de la trama "quería convertirse en el Bertín Osborne marroquí". Un videoclip grabado en las calles de Barcelona y que el hombre subió a sus redes sociales sirvió a la policía para identificarle

El cantante e influencer, de 47 años y padre de dos hijos, que difundía vídeos de sus conciertos en redes sociales (uno de ellos, un videoclip grabado en las calles de Barcelona, sirvió a la policía para identificarle), se había instalado en un piso de Figueras junto a su novia, también marroquí. Llevaban una vida discreta, más allá de que a Cheb Redouane "le gustaba presumir y despertar admiración como cantante, sobre todo entre las mujeres, quería convertirse en el Bertín Osborne marroquí", apuntan a este medio las fuentes consultadas.

BMW y coches de alta gama

Más allá de eso, la pareja hacía vida normal: "todo lo normal que puede ser vivir en un buen piso sin pagar alquiler ni hipoteca, cambiar constantemente de coche y salir de fiesta y a locales nocturnos, todo ello sin empleo legal conocido", añaden. En los ocho meses que estuvo vigilado por la policía, Tounzi "compró y vendió varios coches de alta gama, de marcas como BMW".

Tanto el influencer marroquí como su novia han sido detenidos junto a otras nueve personas en la operación Triángulo de la Policía Nacional tras una investigación de ocho meses por parte de la Comisaría General de Extranjería y Fronteras. En ese tiempo, según las pesquisas, la organización liderada por Tounzi logró incribir al menos a 77 parejas jóvenes (para llamar menos la atención) de manera fraudulenta en distintos registros de Cataluña, por los que habría cobrado más de un millón de euros.

Francia y Bélgica

Pero la trama de Tounzi no actuaba como otras redes de inmigración ilegal. El hombre había innovado, según sostiene la policía. Cheb Redouane tenía su red de clientes marroquíes fuera de España, en Francia y Bélgica. Los inmigrantes que vivían en aquellos países y querían regularizar su situación, venían a nuestro país, se inscribían como pareja de hecho con un español o española, con ayuda de Tounzi, y volvían a casa con los papeles en regla; así era más difícil que el fraude fuera descubierto.

Pisos de seguridad

La organización se encargaba de todo: una vez que habían pagado los 12.000 euros que les exigían, uno de los chóferes de Tounzi iba a por ellos y los trasladaba hasta Figueras, donde la trama tenía varios pisos de seguridad. Una vez allí, los marroquíes debían abonar 50 euros al día por vivir hacinados, según la policía. Se ocultaban el tiempo necesario hasta completar los trámites necesarios para unirse legalmente a un ciudadano español que, por su precaria situación económica, aceptaba participar en el engaño a cambio de embolsarse 8.000 euros.

Las mujeres de la organización se encargaban de acompañarles a todas las citas que tenían con la Administración y les iban indicando lo que tenían que decir y hacer. Aunque el propio Tounzi asistía también a muchas de esas gestiones y se encargaba él mismo del trato con los clientes, de acuerdo con las fuentes consultadas.

Tras pasar a disposición judicial, el líder de la trama fue puesto en libertad, según ha sabido este medio. Los once arrestados están acusados de delitos de pertenencia a grupo criminal, favorecimiento de la inmigración ilegal y falsedad documental. Hasta su detención, a Tounzi le constaban antecedentes por delitos de violencia de género, quebrantamiento de condena, amenazas y lesiones. Ahora, la justicia decidirá si, como apunta la investigación de la policía, también amasó una pequeña fortuna orquestando parejas de hecho falsas.