Tribunales

Condenada a prisión permanente revisable la mujer de Sant Joan Despí que asesinó a su hija de 4 años

El tribunal insta a una nueva investigación contra la condenada por el maltrato psicológico al padre con este crimen

La acusada de matar a su hija Yaiza en Sant Joan Despí

La acusada de matar a su hija Yaiza en Sant Joan Despí / EL PERIÓDICO

Germán González

Tras el veredicto del jurado del pasado viernes, la Audiencia de Barcelona ha condenado a prisión permanente revisable a Cristina Rivas, la mujer que mató en mayo de 2021 a su hija Yaiza, de 4 años, en Sant Joan Despí (Barcelona). El tribunal considera que es culpable de un delito de asesinato a menor de 16 años y por eso le impone la máxima pena prevista en el código penal. 

La sentencia impone a la condena la prohibición de aproximación y comunicación con los familiares de la víctima y a una indemnización al padre de la menor y a sus abuelos. Además, el magistrado presidente del Tribunal del Jurado de la Audiencia de Barcelona deduce testimonio contra Cristina Rivas por cometer un presunto delito de maltrato psicológico hacia su expareja sentimental con el asesinato de la hija que tenían en común.

Esta investigación se seguirá en los juzgados de Sant Feliu de Llobregat. La sentencia destaca "intención de la acusada de causar el máximo daño psicológico posible al padre de la menor no solamente matando a Yaiza, sino culpabilizándole de la muerte de la menor y de la suya propia. Matando a Yaiza se aseguraba la acusada que causaba un daño psicológico irreversible al padre del que ni podría haberse defendido ni podría recuperarse, asestando el más duro golpe que se puede propinar a cualquiera, acabando con la vida de su hija". 

El jurado consideró probado que la madre mató a su hija para provocar un daño al padre. La asfixió con una bolsa de plástico después de dormirla con pastillas y después se intentó suicidar sin éxito. Fue la abuela de la víctima y madre de la acusada, junto a una tía, la que encontró los cuerpos en la cama de su propio domicilio, después de que el padre de la niña alertase de que la pequeña había faltado a clase: aquel día fue a buscarla al colegio y no apareció.

Como vengaza

En su último turno de palabra, Rivas pidió perdón por lo que había hecho. "Ojalá hubiera sido yo quien ahora estuviera muerta y no mi hija", afirmó. La mujer asfixió a la menor, a la que había drogado previamente, y después se intentó suicidar tomando pastillas, aunque finalmente sobrevivió. Su defensa consideraba que la procesada actuó "superada por un trastorno mental", pese a que, con su veredicto, el jurado ha aceptado la tesis de las acusaciones conforme la mujer había planificado el asesinato.

En este sentido, en el juicio se leyeron las cartas de despedida que la acusada dejó a sus padres, a su abuela y al padre de Yaiza. A partir de ellas, tanto la Fiscalía como la acusación particular consideran que la procesada cometió el crimen presuntamente para vengarse de su expareja. «A mi hija me la llevo conmigo, que para eso la he parido yo. Decide si la entierras o la incineras. Vas a llorar la muerte de mi hija. Si me hubieras firmado el empadronamiento para el colegio nada de esto hubiera pasado. Si me hubieras firmado el papel… Ahora te quedas sin tu hija y me la llevo conmigo que para eso la he parido yo", señala una de las cartas dirigidas al padre, tal como adelantó El Periódico, del mismo grupo editorial que este diario.