Con el uniforme de cadete ha recibido la princesa Leonor las mayores distinciones institucionales que concede Aragón, su hogar este último año. Es la primera vez que vemos a la princesa de Asturias en un acto institucional en solitario, sin el abrigo o la protección de sus padres. Ella sola en la sede de las Cortes autonómicas, en la catedral de La Seo, donde ha pronunciado emocionada su discurso ante 350 invitados, y sola en el Ayuntamiento, donde la heredera ha recibido también el título de Hija Adoptiva de Zaragoza, ciudad en la que está a punto de terminar su formación militar en el Ejército de Tierra. Pero donde mejor se ha desenvuelto ha sido mano a mano con la gente, durante el recorrido de 200 metros que ha hecho a pie la futura reina.