FUNCIONARÁ LOS MESES DE JULIO Y AGOSTO

"En el comedor del Gurugú nuestros hijos están en buenas manos"

Más de 40 niños acuden el primer día a las actividades que cada año organiza la asociación de vecinos para ayudar a las familias de este barrio pacense y de su entorno

Los niños, el primer día del comedor solidario del Gurugú.

Los niños, el primer día del comedor solidario del Gurugú. / S. GARCÍA

Belén Castaño Chaparro

Belén Castaño Chaparro

Macarrones y espaguetis con tomate, ensalada de lechuga y tomate, calabacín y sandía. Era el menú que esperaba a los más de 40 niños que este lunes han acudido al primer día del comedor solidario de la Asociación de Vecinos del Gurugú, que se repite cada verano -los meses de julio y agosto- desde 2013. Los comensales llegaban hambrientos después de haber disfrutado de juegos, actividades deportivas y una fiesta de la espuma en el colegio Santa Engracia en la jornada inaugural. 

Hoy ya no será todo ocio, y antes de darse el primer chapuzón en la piscina de la Residencia Universitaria de Fundación CB -que además de financiar este proyecto con 9.000 euros, cede estas instalaciones-, habrá repaso escolar. Este año se han inscrito en el comedor más de 60 niños, pero, el primer día no han ido todos.

Para las familias supone un alivio económico, no solo porque sus hijos desayunan y comen en la asociación vecinal, sino porque les permite conciliar la vida laboral y familiar los meses que no hay colegio. «Para mí, con un sueldo solo, sería imposible pagar a alguien que los cuidara mientras trabajo», explica Carolina, madre dos niñas de 11 y 8 años que acuden este año por primera vez. No es lo único por lo que se ha decidido a llevarlas. «Me han hablado muy bien del comedor y me da mucha tranquilidad, porque nuestros hijos están con personas de confianza y en buenas manos».

Con ella coincide Tamara. Su hija tiene 5 años y también es el primer año que va al comedor. «La niña tenía muchas ganas y a mí me viene fenomenal, porque ella está entretenida, aprende y nosotros podemos hacer nuestras cosas más libremente».

La experiencia de asistir al comedor social del Gurugú la conocen bien Jesús Cordero y Pedro Pozo. Ambos fueron usuarios y ahora colaboran como monitores. «Estuve viniendo cinco años y las mañanas son más divertidas aquí que en casa o en la calle», cuenta Jesús. 

Ricardo Cabezas muestra el estado en el que está el solar junto al centro.

Ricardo Cabezas muestra el estado en el que está el solar junto al centro. / S. GARCIA

No ha faltado el primer día del comedor el presidente vecinal, Ricardo Cabezas, pendiente de que todo estuviera en orden. La primera jornada ha salido a pedir de boca y lo único que no ha acompañado ha sido la imagen de la parcela contigua a la sede de la asociación de vecinos, que sigue repleta de basura, escombros, decenas de botellas y latas, pese a las repetidas quejas del colectivo.

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