CAMBIOS EN LA IGLESIA DIOCESANA

El Papa acepta la renuncia de Celso Morga y José Rodríguez es ya el nuevo arzobispo de Mérida-Badajoz

"Ha sido una carga ligera y suave", asegura Morga sobre su etapa al frente de la archidiócesis

Su sucesor pide a sacerdotes y fieles que lo acompañen y animen si flaquea, como él hará con ellos

Belén Castaño Chaparro

Belén Castaño Chaparro

Tras casi una década, Celso Morga ha dejado de ser el arzobispo de Mérida-Badajoz este sábado. El Papa Francisco aceptó su renuncia el pasado 25 de junio y José Rodríguez Carballo, arzobispo coadjutor desde el pasado noviembre, se ha puesto al frente de la archidiócesis. Ambos han comparecido esta mañana en la sede del arzobispado, arropados por algunos sacerdotes, religiosas y familiares- para comunicar una noticia que se esperaba desde hace meses.

Morga, que ha sido arzobispo de Mérida-Badajoz durante casi una década - tomó posesión en noviembre de 2014, sustituyendo a Santiago García Aracil-, presentó su renuncia en enero de 2023 al cumplir los 75 años, como establece el Derecho Canónico. Ha continuado un año y medio más en su cargo y ahora cede el testigo a José Rodríguez. «Os pido de corazón que lo recibáis y tratéis igual que a mí», ha requerido, al tiempo que se ha puesto a disposición de su sucesor «para ayudarlo en todo lo que pueda».

Morga ha agradecido el cariño y apoyo recibido durante este tiempo, en el que pese "a algunos disgustos y algunas noches sin dormir", se ha sentido querido y acompañado.

Por su parte, el nuevo arzobispo, ha querido dar las gracias al Papa Francisco -a quien considera «un maestro, padre, hermano y amigo»- por la confianza que , una vez más, deposita en él, y a su antecesor en el cargo, «por el trabajo realizado y su gran amor a los sacerdotes, que me consta que ha sido su gran preocupación pastoral», destacó. «Aquí en la archidiócesis tiene su casa, a sus hermanos, que lo queremos y apreciamos, y siempre será bien recibido», ha dicho en referencia a Morga.

«Me habéis hecho sentir como en mi propia casa. Se dice que el pueblo extremeño es acogedor y ahora lo puedo decir yo al haberlo experimentado en mis propias carnes»

José Rodríguez Carballo

— Arzobispo de Mérida-Badajoz

El nuevo arzobispo también ha mostrado su gratitud por la acogida que ha recibido en la archidiócesis desde su llegada el pasado mes de noviembre. «Me habéis hecho sentir como en mi propia casa. Se dice que el pueblo extremeño es acogedor y ahora lo puedo decir yo al haberlo experimentado en mis propias carnes», ha asegurado.

José Rodríguez ha reconocido que tenía sentimientos «encontrados». Por un lado, alegría por convertirse en arzobispo de Mérida- Badajoz, pero, por otro, «temor y temblor consciente de mis fragilidades». Por eso, ha pedido a sacerdotes y fieles que lo acompañen y animen cuando flaquee, que lo corrijan «fraternalmente» cuando se equivoque y que oren por él, y se comprometió a hacer lo mismo con ellos.

El ya arzobispo titular, que ha ratificado en el cargo al vicario general, Francisco Maya, vicarios episcopales y delegados de los consejos diocesanos, ha visitado hasta la fecha 45 parroquias, 9 comunidades religiosas y 13 arciprestazgos y se ha reunido con diferentes comunidades y grupos. «Tenemos unos adolescentes y una juventud en la que podemos esperar», ha afirmado. Su objetivo es visitar todas las parroquias «cuanto antes» y en septiembre, a través de una carta, planteará algunas reflexiones para elaborar el plan pastoral de la archidiócesis, para lo que contará con todos los miembros de la Iglesia pacense, a los que pidió que le hagan llegar sugerencias. 

Eucaristías

El próximo 13 de julio, la catedral acogerá la eucaristía del inicio de su servicio pastoral como arzobispo y el 28 de septiembre, en este mismo templo, se oficiará otra de agradecimiento al prestado por Celso Morga. Ambas celebraciones religiosas serán a las 11.00 horas.

"La herida más grande que tengo es el abandono de dos sacerdotes durante mi episcopado"

Celso Morga Iruzubieta (Huércanos, Logroño, 1948) se jubila como arzobispo de Mérida-Badajoz, pero seguirá vinculado a la diócesis. «Soy miembro de presbiterio de Mérida Badajoz para siempre y estaré siempre que me necesiten», ha asegurado. Durante sus casi 10 años al frente de la Iglesia diocesana se ha distinguido por su humildad, cercanía, amabilidad y su gran preocupación por los curas. «La herida más grande que tengo es que dos sacerdotes hayan abandonado durante mi episcopado», reconocía. No han sido los únicos momentos difíciles que ha vivido en este tiempo: la falta de vocaciones, pese a los esfuerzos realizados para contar con nuevos seminaristas, y la etapa de la pandemia - «con todas las iglesias cerradas y la actividad pastoral paralizada’- también fueron «muy duros».

Pese a ello, Morga hizo un balance muy positivo de su década como arzobispo: «Ha sido una carga ligera y suave», resumió. Valoró como «estupendos» los 10 años en la archidiócesis, con fieles y sacerdotes «que me han acogido y demostrado su cariño».

Ahora regresará a Huércanos, su pueblo natal, y ayudará a la diócesis de Logroño «en lo que pueda». No será esta su única tarea, pues mantendrá sus responsabilidades en la Conferencia Episcopal Española, donde es integrante de la Comisión para el Clero y Seminarios desde marzo de 2020, y seguirá siendo miembro del Tribunal Supremo de la Signatura Apostólica, dicasterio que vela por la recta administración de la justicia en la Iglesia.

Celso Morga fue ordenado sacerdote en 1972 y desarrolló su labor pastoral en diversas parroquias de La Rioja. Tras su paso por Argentina, fue llamado a Roma para trabajar en la Congregación para el Clero, el dicasterio vaticano que se ocupa de los asuntos que se refieren a la vida y ministerio de 400.000 sacerdotes católicos en todo el mundo, donde desempeñó varios cargos hasta su nombramiento como secretario y arzobispo titular de Alba Marítima. Fue ordenado obispo por el Papa Benedicto XVI en la Basílica de San Pedro en febrero de 2011.

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