¡Vuelta a casa! Los futbolistas Assane y Usse Diao regresan al colegio de Badajoz donde aprendieron castellano

«Estos profesores les enseñaron a hablar castellano, les estaré eternamente agradecido», decía emocionado Moussa Diao en la entrada del colegio público Manuel Pacheco, en la barriada pacense de Suerte de Saavedra. Lo hacía minutos antes del encuentro que han mantenido en la mañana de este martes sus hijos Assane y Usse con los que hoy ocupan las sillas en las que hace pocos años se sentaban ellos. 

Estos dos jóvenes, hermanos mellizos, en la actualidad militan en el Real Betis Balompié. Assane juega en el primer equipo y Usse en el equipo juvenil, pero ambos tienen claro que sus raíces y su identidad están en Badajoz. 

«Llegando a mi casa»

«Es una sensación muy bonita volver al lugar en el que aprendimos tanto y disfrutamos mucho; estamos muy alegres», afirmaba Assane. Para el encuentro no han necesitado preparar nada, porque, como afirmaban, «no hace falta porque estoy llegando a mi casa, me veo reflejado en los niños que hoy están en clase», contaba Usse Diao antes de sorprender a los actuales alumnos. 

Los primeros instantes en el colegio público que les vio crecer fueron abrazos a los profesores que tantas horas emplearon en enseñarles. María José Ruiz fue su tutora en Educación Infantil y Primaria, una de las docentes que mejor los conoce: «Recuerdo la educación de aquellos niños, tenían un gran respeto hacia todos, además, eran muy estudiosos y comprometidos; destacaban absolutamente en todo», confesaba Ruiz. 

«Del fútbol no vais a vivir»

Juan Cuadrado, actual director del centro, tiene muy buenos recuerdos de los mellizos. Este maestro fue su profesor de educación física. Recuerda que el deporte rey era su pasión y que le insistió en varias ocasiones a sus padres para que optaran por otro deporte: «Les decía que del fútbol no iban a vivir, que se pasaran al atletismo que corrían mucho». 

Assane está preseleccionado para ir con España a las Olimpiadas de París 2024

Por suerte, no le hicieron caso, porque ellos lo tenían muy claro: «Jugábamos al fútbol en el colegio, salíamos y volvíamos a jugar, nuestra vida estaba ligada a ese deporte y Juan nos pedía que nos calmáramos que no todo era eso», recordaba Assane. Aunque su hermano Usse reconocía que era cierto que estaban en todas «las carreras y pruebas deportivas de la ciudad». «Nos gustaba compartir con el resto de colegios, éramos los primeros en inscribirnos», subrayaba. 

Ambos futbolistas compartieron vestuario en las categorías inferiores del CD Badajoz, pasaron al equipo Flechas Negras y fue entonces cuando separaron sus caminos. Assane fichó por los juveniles del Cádiz y Usse se mantuvo en el equipo pacense. Actualmente, tras años separados vuelven a jugar en el mismo equipo, aunque en categorías distintas. 

Assane debutó en octubre con la selección española sub21. Está preseleccionado y espera la llamada para repetir con la elástica roja en los Juegos Olímpicos de París 2024, todo un sueño para él.

Un encuentro lleno de emoción

Ayer en su encuentro con los alumnos del Manuel Pacheco precisamente destacó la importancia de luchar por cumplir esos sueños que cada uno tiene y aconsejó que se dejaran guiar por la familia: «Trabajad mucho y hacerle caso a vuestros padres, el acompañamiento de ellos para triunfar es esencial», decía Assane. Usse añadía: «Si tenéis un objetivo claro podréis llegar a donde queráis». 

Los alumnos entusiasmados formularon sus dudas a los dos jugadores. Estas versaron sobre cómo llegaron a ser futbolistas profesionales, cuáles son sus mejores recuerdos del colegio o cuántos toques de balón eran capaces de dar sin que se les cayera al suelo.

Los más pequeños aguardaron impacientes su turno en una cola para recibir la firma de Assane y Usse.

La emoción estuvo presente toda la jornada en el rostro de alumnos, profesores y, cómo no, en la cara de los protagonistas del día.

La familia Diao tuvo que esperar más de tres años para vivir definitivamente juntos en Badajoz

Superación y triunfo

También de Moussa, su padre, y uno de los partícipes del éxito de estos jóvenes. Llegó a España en 1997 desde Senegal, su país natal, donde se casó en 2001. En 2002 nació su primer hijo, Mamadou, y en 2005 nacieron Assane y Usse. Hasta 2008 Moussa no consiguió reunirlos a todos en Badajoz. 

«Fue duro, tardé tres años en conseguir que me aceptaran la reagrupación familiar», explicaba. La distancia no fue una barrera para que Moussa consiguiera a base de trabajo su objetivo: que vivieran juntos en la ciudad. Esta es su casa: «Llegué hace 27 años, mis tres hijos mayores llegaron siendo muy chiquininos a la ciudad y el pequeño nació aquí». 

La familia de estos dos futbolistas no baraja la idea de marcharse de la ciudad pese a que Assane y Usse vivan en Sevilla: «A mí me cuesta mucho dejar Badajoz, aquí hemos crecido, aquí tenemos nuestra vida, es que somos de aquí», argumenta el padre. 

 De la boca de este pacense de Senegal solo salen palabras de agradecimiento para el personal del colegio: «Los profesores tienen la mayor parte de culpa del éxito de mis hijos, ellos los enseñaron a hablar, lo que han hecho por ellos no tiene precio», reconocía agradecido.