Se puede visitar hasta el 23 de junio

La residencia de mayores Virgen de la Soledad de Badajoz inaugura un mercadillo de artesanía para recaudar fondos

Se pueden encontrar desde marcapáginas hasta cuencos customizados

Los precios oscilan entre 1 y 5 euros

Residentes del centro de mayores Virgen de la Soledad en la inauguración del mercadillo solidario, ayer.

Residentes del centro de mayores Virgen de la Soledad en la inauguración del mercadillo solidario, ayer. / Santi García

Claudia Goyeneche

Claudia Goyeneche

Los ancianos de la residencia Virgen de la Soledad de Badajoz han encontrado un nuevo pasatiempo a través de la artesanía. La congregación Hermanitas de los Ancianos Desamparados inauguró ayer un mercadillo donde venden objetos creados por los mayores del centro. El objetivo es recaudar fondos para la residencia «tapando así algún agujero».

Virginia es una de las mujeres que han participado en los talleres de artesanía. Según explicó, comenzaron cuando llegó en marzo una nueva voluntaria a la residencia, quien, además, es artesana: Vanesa Fraile. «Ha sido siempre muy generosa y nos ha enseñado mucho. Con estas cosas te entretienes y aprendes», relató Virginia ayer sobre su experiencia.

Inauguración del mercadillo, ayer.

Inauguración del mercadillo, ayer. / Santi García

El fruto de un trabajo continuo de dos meses se ve ahora reflejado en una mesa de artesanías que ofrece objetos variados a precios económicos: entre 1 y 5 euros. Eso sí, el pago debe ser en metálico; las monjas todavía no aceptan tarjeta. En los stands se puede encontrar de todo: marcapáginas, maceteros, cuencos, collares, ropa para muñecas, etc. La artesanía se ha convertido así en un hobby al cual los residentes del centro se «han enganchado», según explicó la madre superiora de la congregación, Sor Ana Isabel. «Los ancianos han estado totalmente absorbidos e ilusionados. Cuando les decíamos que tenían que parar para almorzar no querían y preguntaban ¿qué? ¿Hay que ir a comer?», expresó sor Ana Isabel entre risas. 

Los beneficios de esta iniciativa son innumerables. La terapeuta ocupacional del centro, Alicia Castillo, aseguró que no solo ayuda fisiológicamente a los ancianos moviendo las manos. Sobre todo: «les ayuda a nivel psicológico. Ver que pueden hacer este tipo de cosas les sube la autoestima», manifestó.

La responsable de impulsar esta iniciativa, Vanesa Fraile, explicó la evolución de un proyecto que comenzó con 8 personas y ahora cuenta con alrededor de 30 por clase (dos a la semana). Orgullosa por la labor de los ancianos, resaltó trabajos como el plato decorado de Antonio, enfermo avanzado de parkinson, pero «con una voluntad admirable». 

El horario del mercadillo es de 10.30 a 12.30 horas y por la tarde de 17.00 a 19.30 horas.