Análisis de la realidad social

La ayuda para el alquiler, lo que más se eleva entre los usuarios de Cáritas en Badajoz

La cuantía destinada a pagar la renta de las familias vulnerables destaca en el informe de 2023 de la archidiócesis de Mérida-Badajoz, incrementándose un 22% con respecto al año anterior

El director de Cáritas en Badajoz, Jesús Pérez Mayo; y el arzobispo de Mérida-Badajoz, Celso Morga, ayer.

El director de Cáritas en Badajoz, Jesús Pérez Mayo; y el arzobispo de Mérida-Badajoz, Celso Morga, ayer. / LA CRÓNICA

Rocío Sánchez Rodríguez

Rocío Sánchez Rodríguez

Si se pone el foco solo en los ingresos que entran en un hogar, la conclusión a la que se puede llegar es que la pobreza ha disminuido. Pero en la ecuación para llegar a fin de mes hay que tener en cuenta, inevitablemente, los gastos que se deben afrontar; y en la vivienda son cada vez más elevados, por lo que las cuentas no salen. Es la argumentación que dan desde Cáritas para explicar por qué el concepto que más se ha incrementado con respecto al año pasado es la ayuda económica que se da a las familias vulnerables para que puedan afrontar la renta de su casa.

Habría que recordar que, tal y como recoge el sector inmobiliario en la ciudad, el precio del alquiler se ha elevado en Badajoz más de un 20% en los últimos cinco años, y la curva no se ha frenado aún. Ese alza tiene diversas consecuencias.

«Aunque el número de intervenciones es similar a años anteriores, en el gasto destinado principalmente al alquiler se superaron los 181.000 euros, un incremento de casi 40.000 euros», recoge la Memoria Diocesana 2023 de Cáritas Mérida-Badajoz presentada ayer en el arzobispado de la capital pacense. El alza es del 22%. «La crisis inflacionaria, el aumento en los costes de los suministros energéticos o la subida del precio de la vivienda ponen en tensión, aún más, las economías de los hogares», reza igualmente el informe.

Los migrantes

El director de Cáritas en Badajoz, Jesús Pérez Mayo, y el arzobispo de Mérida-Badajoz, Celso Morga, dieron a conocer estos datos poniendo el foco también en las personas migrantes, que supusieron en 2023 hasta un 35% de los asistidos por Cáritas, un 12% más que en los dos años anteriores. «Es algo preocupante, sobre todo si se encuentran en situación administrativa irregular, lo que supone un factor de exclusión que impide el acceso a derechos, imposibilitando su integración, puesto que, por ejemplo, si no tienen permiso de trabajo no pueden acceder a un empleo, de manera que no pueden salir de la vulnerabilidad», explicó Pérez Mayo.

«Debemos estar pendientes de acoger a todas las personas, independientemente de su procedencia o religión», apostilló, por su parte, Celso Morga.

También, «lo positivo»

No obstante, ambos quisieron destacar también «lo positivo» que recoge el informe. Si bien el número de usuarios atendidos durante 2023 ha sido similar al año anterior, en concreto 4.480 personas, también hubo 921 que dejaron de necesitar ayuda de Cáritas porque «consiguieron mejorar su situación». «El trabajo que hacemos sirve para algo», subrayó Pérez Mayo.

Más datos a destacar: un tercio de los atendidos por Cáritas se acercaron el año pasado por primera vez a este recurso para solicitar algún tipo de ayuda (1.440 personas). Además, más del 43% de las intervenciones se hicieron en el ámbito de la alimentación.

En total fueron 10.391 los beneficiados en el contexto de Mérida-Badajoz de alguno de los programas o proyectos desarrollados por Cáritas. La cifra es ligeramente superior a la de 2022.

Rostro femenino

¿El perfil del usuario? Sigue teniendo rostro de mujer, representando el 68% del total.Asimismo, el 65% son españolas. En cuanto a la horquilla de edad más frecuente, es la comprendida entre los 45 y los 64 años. También reciben atención y ayuda un número elevado de mujeres jóvenes (39%), de entre 25 y 44 años.

«Esto pone de manifiesto la feminización de la pobreza que, junto a los menores, siguen siendo la población más vulnerable. La mujer, especialmente, es la que sufre las consecuencias laborales por dificultades para lograr la conciliación de la vida familiar y laboral; esto supone pérdida de empleo, reducción de jornada laboral e inferior salario», recoge la memoria.

Asimismo, añade: «El rol de la mujer como responsable de los cuidados en el hogar sigue estando muy presente en las familias y lo evidencia el hecho de que las mujeres son, sobre todo, las que acuden a pedir ayuda a Cáritas». 

La actuación del pasado año de Cáritas Diocesana en la archidiócesis fue posible gracias a un montante de 3,6 millones de euros.

Se buscan voluntarios

  • De momento no tienen problemas, pero son conscientes de que los voluntarios se van haciendo mayores (ocurre en muchas entidades) y quieren poner en marcha una campaña para atraer a la gente joven a ser parte de los programas de ayuda de Cáritas.
  • «Esto funciona gracias a los voluntarios», dejó claro ayer el director de Cáritas en Badajoz, Jesús Pérez Mayo. Durante el año 2023 fueron 1.451 personas las que prestaron su tiempo para atender a las familias más vulnerables. También hubo 4.810 socios y donantes.