TERCERA SESIÓN DEL JUICIO EN LA AUDIENCIA PROVINCIAL DE BADAJOZ

Juicio por la muerte de Manuela Chavero: Eugenio D. no llevaba el móvil encima el día de la desaparición

La Guardia Civil afirma que lo dejó en su piso cuando fue a casa de la víctima y que no lo sitúa en la finca donde enterró el cuerpo a las horas que dice

Agentes del Seprona y del Instituto Nacional Geográfico descartan que lo deslumbrara el sol y por eso se cayera el cadáver de la pala del tractor

El acusado, a la derecha, durante el juicio.

El acusado, a la derecha, durante el juicio. / LA CRÓNICA

Belén Castaño Chaparro

Belén Castaño Chaparro

Eugenio D., el acusado de la muerte de Manuela Chavero, no llevaba encima el móvil la madrugada que ella desapareció. Así lo confirmaron los especialistas del Grupo Tecnológico de la Guardia Civil, que señalaron que el terminal estuvo «muy próximo» a la calle Sevilla de Monesterio, lugar donde residía el acusado, entre las 23.30 horas del 4 de julio y las 8.01 horas del día 5 de julio. Para la fiscalía y las acusaciones particulares, esto confirmaría que, como sostienen, Eugenio D. actuó de manera planeada y no llevó el terminal para no ser ubicado en la calle Cerezo, donde estaba la vivienda de la víctima y la de sus padres, donde murió Manuela.

Para la defensa, es un "olvido" de una persona que sale rápido de casa y espera regresar en breve: su cliente, según sostiene, había ido a la residencia familiar a dejar en el congelador pescado que había traído de Huelva, de donde acababa de regresar tras pasar unos días en la playa.

Entre las 8.01 y las 8.06 del día 5, su teléfono lo sitúa en el paseo de Extremadura y a las 8.32 horas, en el bar La Ponderosa. A partir de ese momento, se aleja del casco urbano y permanece en una zona campestre hasta las 12.12, hora a la que su terminal lo posiciona acercándose de nuevo al municipio. Esto desmontaría la versión del acusado, que dijo ese día estuvo en su finca desde las 6.30 horas hasta por la tarde.

«Eso es imposible», dijeron los expertos, que reseñaron que no les dio las cuentas de correo electrónico y contraseñas correctas «para retrasar la investigación».

Deslumbramiento

Por su parte, agentes del Seprona y miembros del Instituto Geográfico Nacional descartaron que Eugenio D. se deslumbrara con el sol cuando trasladaba el cadáver en la pala del tractor, pues no lo tenía de frente y justo en el punto en el que indicó que ocurrió, había una gran encina que daba sombra.

Esta caída es una de las explicaciones que da a las lesiones que presentan los restos óseos hallados en la zorrera de su finca donde los enterró.